¿Cuál es la forma fiscal más ventajosa de abonar un bonus?

Para minimizar la carga impositiva al otorgar una bonificación o bonus a un empleado, la empresa podría considerar la entrega de participaciones sociales o acciones como parte de la compensación. Según el artículo 42.3 f) de la Ley del IRPF, las participaciones sociales de la empresa están exentas de tributación hasta un límite de 12.000 euros anuales por trabajador. En el caso de empresas emergentes, este límite se incrementa a 50.000 euros anuales. Además, estas participaciones deben cotizar a la Seguridad Social como rendimiento en especie, lo que implica que deben incluirse en la base de cotización, conforme al artículo 147 de la Ley General de la Seguridad Social. Esta estrategia permite aprovechar las exenciones fiscales disponibles, reduciendo así la carga tributaria tanto para la empresa como para el empleado.