Sí, el trabajador puede renunciar a la paternidad (actual permiso por nacimiento y cuidado de menor) y seguir trabajando justo después del nacimiento. Esto sucede porque el permiso por nacimiento es uno de los llamados “derechos rogados” de tal forma que, si no se solicita, no se ejercita. De este modo, si el trabajador no solicita la prestación, sigue acudiendo a su puesto de trabajo y la empresa no presenta el certificado de paternidad, el contrato no se suspende.
En este caso, lo más recomendable para la empresa es que suscriba con el trabajador un documento firmado en el que conste su renuncia al disfrute del periodo de paternidad manifestando que conoce y acepta las consecuencias que de ello se deriven. No obstante, conviene tener en cuenta que esta situación es irreversible ya que, si dicho permiso no se solicita desde un primer momento, el trabajador perderá las 16 semanas completas.