Para solicitar la jubilación en España, es fundamental que informe a la Seguridad Social española sobre la pensión que ya percibe del Reino Unido.
Esto se debe a que los periodos de cotización en ambos países pueden sumarse para cumplir con los requisitos de cotización necesarios para acceder a la pensión española, siempre y cuando exista un convenio entre ambos países. En su caso, el Reglamento (CE) nº 883/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo de 29 de abril de 2004, sobre la coordinación de los sistemas de seguridad social, permite sumar los periodos cotizados en ambos países. El proceso a seguir incluye acudir a las Oficinas del INSS y solicitar que se le aplique el Reglamento comunitario por los años de trabajo en el Reino Unido. Deberá aportar toda la documentación relativa a su cotización en el extranjero. El INSS se encargará de hacer constar estos años cotizados en su vida laboral y, posteriormente, se le reconocerán los años cotizados en el extranjero con las bases correspondientes. No declarar la pensión británica podría tener consecuencias negativas, como la posible denegación de la pensión española o la obligación de devolver cantidades indebidamente percibidas. Además, el cálculo de su posible pensión española se vería afectado, ya que no se tendrían en cuenta todos los periodos cotizados.
En cuanto a la documentación necesaria, deberá presentar certificados de cotización del Reino Unido y cualquier otra documentación que acredite sus periodos de trabajo en dicho país. El proceso puede ser largo, por lo que es recomendable iniciar los trámites con antelación.
En resumen, declarar su pensión británica y seguir el procedimiento adecuado le permitirá acceder a la pensión española de manera correcta y evitar posibles inconvenientes.