El permiso por nacimiento y cuidado de menor es un derecho del trabajador, lo que implica que puede decidir si desea renunciar a él. Sin embargo, hay ciertas condiciones para esta renuncia.
Si un trabajador decide no disfrutar de las seis semanas obligatorias tras el nacimiento, perderá automáticamente la totalidad del permiso de 16 semanas. Esto se debe a que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) considera que no disfrutar de estas semanas implica la pérdida del permiso completo. Para renunciar a estas semanas, el trabajador simplemente no debe solicitar la prestación y debe continuar asistiendo a su puesto de trabajo. En este caso, la empresa no presentará el certificado de paternidad, y el contrato no se suspenderá.
Por otro lado, si el trabajador decide disfrutar de las seis semanas obligatorias y luego renunciar a las 10 semanas restantes, debe comunicar esta renuncia expresamente a la Seguridad Social para interrumpir el abono de la prestación y poder reincorporarse al trabajo.
No es necesario renunciar a las 10 semanas completas; el trabajador puede optar por disfrutar de algunas semanas adicionales y renunciar al resto. En cualquier caso, es recomendable que la empresa formalice por escrito la renuncia del trabajador para evitar problemas futuros.
Además, si el trabajador cambia de opinión y decide disfrutar de las semanas restantes a las que había renunciado, tiene derecho a hacerlo.