Las sesiones de quimioterapia pueden englobarse en el permiso por enfermedad grave. No obstante, entendemos que lo procedente en estos casos será la utilización de un permiso no retribuido en caso de más de una sesión.
En este sentido y en virtud del artículo 37.3 b) del Estatuto de los Trabajadores, el trabajador tendrá derecho a un permiso retribuido de 5 días en caso de enfermedad grave de un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
Por su parte, la jurisprudencia ha establecido que la finalidad de este permiso es cubrir una situación de necesidad, es decir, acompañar o cuidar a un familiar gravemente enfermo, pudiendo citarse a colación la sentencia del TSJ de Castilla y León 247/2008, de 29 de mayo. Asimismo, este permiso es independiente del permiso por hospitalización, por lo que no requiere pernocta. Lo importante en este tipo de permisos es que, además del certificado médico que justifique la gravedad, exista una situación de necesidad para el otorgamiento del permiso.
Por tanto, aunque el trabajador vuelva a casa todos los días y falte al trabajo, tendrá derecho a este permiso retribuido para acompañar a su hijo a las sesiones de quimioterapia. No obstante, aunque la jurisprudencia que trata esta cuestión no es abundante, existen pronunciamientos que señalan que no es posible disfrutar dicho permiso ilimitadamente en el tiempo por enfermedades crónicas. En este sentido, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña 3932/2008, de 14 de mayo, que establece que no existe obligación de otorgar más de un permiso retribuido por una enfermedad grave, salvo que concurran circunstancias excepcionales y de especial importancia o gravedad que puedan llegar a justificarlo.
En esta línea, si se otorga un permiso retribuido cada vez que el trabajador acompaña a su hijo a las sesiones de quimioterapia la empresa debería soportar ese coste extra. De esta forma, entendemos que lo procedente en estos casos será la utilización de un permiso no retribuido en caso de más de una sesión.