La empresa puede denegar una solicitud de reducción de jornada para estudios si existen razones objetivas que justifiquen la negativa.
Según el artículo 23 del Estatuto de los Trabajadores, los empleados tienen derecho a la adaptación de la jornada para asistir a cursos de formación profesional, siempre que estos estén relacionados con su actividad laboral. Sin embargo, este derecho no es absoluto y la empresa puede oponerse si acredita que existen dificultades organizativas o de producción que impiden conceder la reducción solicitada. La jurisprudencia ha establecido que la empresa debe justificar adecuadamente cualquier negativa, y en caso de no hacerlo, el trabajador podría tener derecho a una indemnización por daños y perjuicios.
Por lo tanto, aunque el trabajador tiene derecho a solicitar la reducción de jornada para estudios, la empresa puede denegarla si presenta razones válidas y justificadas.