La reforma que se prevé implementar en 2025, que reduce la jornada laboral a 37,5 horas semanales, afectará a todas las empresas, incluidas aquellas que implementan una jornada intensiva durante el verano.
Sin embargo, es importante considerar que la normativa se refiere a un cómputo anual de horas. Esto significa que, aunque una empresa pueda tener una jornada intensiva en ciertos periodos del año, deberá asegurarse de que el total de horas trabajadas al final del año no exceda las 1.711 horas y 32 minutos, que es el equivalente a las 37,5 horas semanales en cómputo anual. Por lo tanto, la empresa deberá ajustar su planificación para cumplir con este límite anual, independientemente de cómo distribuya las horas a lo largo del año.